miércoles, 31 de julio de 2013

Ese bicho de cuernos

Me llamo Carl. Estoy en Pamplona de vacaciones, con motivo de la festividad de San Fermín.


    La verdad, no sé muy bien de qué tratan estas celebraciones. Sólo sé que mis amigos hablan constantemente de unos bichos con cuernos de enorme tamaño. No sé por qué un simple animal da tanto que hablar.


    Estamos en una de las calles en donde se reúne una gran cantidad de gente. No he parado de beber cerveza y mis sentidos están bastante bloqueados. Me invade una sensación de alegría y confianza. Quiero lanzarme al medio de la calle cantando a gritos canciones pegadizas; lo hago. De repente mis amigos gritan, todo el mundo se alborota. A mí me da igual, sigo con mis andadas alcohólicas. Los gritos cada vez son más estridentes, lo cual, distrae mi atención hacia ellos. Mis ojos se abren de par en par al ver una avalancha humana que se dirige hacia mí, la mayoría con caras de pánico. No entiendo que pasa pero huyo. De entre la multitud aparece uno de esos bichos. —¡Toro! —se oye—. Me va a coger. Uno de esos cuernos roza mi espalda lanzándome despedido y más nada puedo hacer. Despierto en un hospital al amanecer.

domingo, 28 de julio de 2013

Perfume. Capítulo 2

Su melena larga y dorada se pasea entre la gente que espera el metro; su mano pegada al oído sostiene un teléfono móvil. <<¿Quién habrá al otro lado de la línea? —Me pregunto—. ¡Ojalá fuera yo!>> Exclamo. Su otra mano agarra el asa de un pequeño bolso, que hoy lleva a juego con sus tacones beige. Ya no existe nada más que ella. El tío de la camiseta manchada desvía mi atención de nuevo, situándose entre el cabello exquisito y mis ojos; lo maldigo. Sorteo el guarro, la busco y ya no está. Quizá mañana estará.





No olvides que puedes suscribirte al blog para estar al día de nuevas publicaciones, clicando en el botón azul de la esquina superior derecha "participar en este sitio" y validando con tu cuenta de Google. Si te ha gustado lo que has leído, puedes compartirlo con tus amigos y dejar tu comentario, siempre es de agradecer y me ayudarás a crecer. Muchísimas gracias por tu visita y por leer mis historias. Saludos.


José Lorente.

martes, 23 de julio de 2013

Nano Vida

Todo comenzó cuando tenía 12 años. Por aquel entonces, yo era un muchacho muy pálido y delgado. No me gustaba mucho comer, los bocatas que me preparaba mi madre para la merienda, terminaban comiéndoselos mis amigos más glotones. En consecuencia de mi poco apetito, siempre me encontraba enfermo y debilitado. Mis padres me habían llevado a infinidad de psicólogos y nutricionistas, con la esperanza de que algún día todo eso cambiaría, y que al final, sería un chico sano y fuerte. Aunque en contra de sus premisas, yo no cambiaba, seguía contagiando numerosos virus que me hacían enfermar, llegando al punto de estar siempre con medicación asistida.


    Aquel día, me encontraba en el parque jugando al fútbol con mis amigos, aunque yo no podía estar demasiado rato corriendo por mis problemas asmáticos. Salí del partido para tomar inspiraciones con mi inhalador. Estaba sentado en el banco de la esquina, cuando alguien me tocó por la espalda, diciéndome con acento

jueves, 18 de julio de 2013

Perfume

Mi mirada se apoya en el andén. <<Ese cigarrillo todavía sigue emanando su fiero humo que, apenas es removido por el escaso viento>>, pienso en mis adentros. Mis ojos buscan otro destino. <<¡Oh, no! De nuevo ese hombre. No puedo creerlo. Lleva la misma camiseta con esa mancha desde el lunes y hoy es viernes>>, cavilo desconcertado. Cambio de lugar con mis pupilas por lo desagradable de su aspecto mientras dejo caer mi hombro contra la pared. De pronto vuelve a suceder. Ese perfume dulcemente diabólico impregna mi ser. La busco desesperadamente. Es ella otra vez.





No olvides que puedes suscribirte al blog para estar al día de nuevas publicaciones, clicando en el botón azul de la esquina superior derecha "participar en este sitio" y validando con tu cuenta de Google. Si te ha gustado lo que has leído, puedes compartirlo con tus amigos y dejar tu comentario, siempre es de agradecer y me ayudarás a crecer. Muchísimas gracias por tu visita y por leer mis historias. Saludos.


José Lorente.